Aunque el boom del ecommerce es evidente, la importancia de las tiendas físicas sigue patente en nuestras compras. Por ejemplo, a pesar de ser una generación que tiene el internet en sus venas, el 60% de los millennials reconoce comprar en las tiendas físicas con gran frecuencia, según ViSenze. Este tipo de consumidor 3.0 necesita sentirse cómodo a la hora de comprar, espera que los productos sean accesibles y estén al alcance de la mano. Actualmente, la importancia de invertir en tecnologías capaces de ofrecer información útil sobre lo que pasa en la tienda se ha convertido en una necesidad a la hora de ofrecer la mejor experiencia de compra posible al nuevo comprador.
La aparición de la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) dentro del sector retail ha permitido paliar algunos de los problemas a los que se enfrentan las tiendas día a día. Gracias a esta tecnología se detectan los artículos dentro del almacén mediante lectores RFID que nos muestran si han tenido algún movimiento, también sabemos si se han vendido rápidamente, controlando así todos los todos los pasos de la cadena de distribución.
La tecnología RFID aumenta la visibilidad del inventario de las tiendas al reducir la falta de existencias, mejorando la exactitud del inventario hasta un 95%, reduciendo las roturas de stock en un 30% y minimizando las rebajas de precio innecesarias. ¿Cómo lo hace? A través de un dispositivo móvil que nos muestra cuándo reponer los productos de manera eficiente y rápida. Logrando el objetivo último de ofrecer una experiencia de compra personalizada y mayores tasas de conversión.
Por otro lado, las tiendas tienen limitaciones de tiempo y de personal a la hora de gestionar sus programas de protección electrónica de artículos (EAS, Electronic Article Surveillance). Gracias a la introducción de programas de etiquetado en origen, los comercios evitan el proceso manual de etiquetar los artículos en la tienda permitiendo liberar a los dependientes de este trabajo y dedicarse así a atender al cliente. Además, a través de un proceso de re-certificación y reutilización, los comercios consiguen ventajas económicas al reducir el coste por la compra de etiquetas antihurto. La inclusión del RFID en los artículos perecederos también ha permitido agilizar el recuento de estos artículos y asegurar la visibilidad de los productos en todo momento, facilitando la gestión de los stocks. Esta tecnología permite también la trazabilidad de los productos desde los centros de distribución hasta la superficie de ventas, y el control de lotes y fechas de caducidad de los productos expuestos.
A través de la creación de la innovadora plataforma Sensormatic Synergy, un portfolio de sistemas antihurto de nueva generación, modulares, extensibles e inteligentes, Tyco Retail Solutions ofrece a los minoristas un programa de prevención de pérdidas más eficaz que combina la tecnología acustomagnética (AM) con tecnología RFID, comunicación IP, vídeo y análisis inteligente de tráfico en un mismo sistema conectado de protección electrónica de artículos (EAS). De este modo permite controlar la merma y conectarse con la información operativa de la empresa.
Estos son sólo algunos ejemplos de hacia dónde está evolucionando el sector retail gracias a la tecnología RFID. Sus posibilidades son muchas y en poco tiempo veremos cómo los proveedores y retailers más innovadores encuentran fórmulas novedosas para dar nuevos usos al RFID. Innovaciones que consigan atraer a una nueva generación de compradores y que mejoren más aún la experiencia de compra de sus clientes.
